🇨🇳 La era de la trazabilidad: eficiencia, poder y el fin de la charlatanería
China Notes Edición #324 | 19 de enero de 2025 | Exclusiva para suscriptores pro
La era de la trazabilidad exige resultados claros, líderes fuertes y estructuras eficientes. Es hora de dejar atrás las excusas y avanzar hacia un modelo de gobierno que esté a la altura de los desafíos del siglo XXI.
🇨🇳🚀 ¡NiHao! ¡Hola!
Con la asunción de Donald Trump, el mundo entra en una nueva era que, en lo personal, me gusta llamar la era de la trazabilidad. Una era donde sólo sobreviven quienes conectan palabras y acciones de manera directa y transparente.
Esta trazabilidad representa un golpe al corazón de la política tradicional, a esos políticos que podríamos calificar como charlatanes profesionales: profesionales del discurso que pintan visiones espectaculares, pero delegan la ejecución para llegar a ellas en otros porque no se quieren embarrar las manos.
Y adivinen qué: el mundo de los tipo MBA que dan órdenes pero que no se meten en los detalles se terminó. Entramos en la época del, en términos futboleros, “acá hay que meter”.
En este nuevo contexto, la transparencia que generan las redes sociales desmorona el modelo de los charlatanes. Hoy está todo a la vista.
Hoy, cuando un político promete algo que no sabe ni puede ejecutar, el público detecta la payada instantáneamente. Se acabó la era de los cuentistas.
En cambio, figuras como Elon Musk emergen como referentes, no porque sean infalibles, sino porque saben transformar visiones en realidades tangibles: desde autos eléctricos hasta exploración espacial o la reinvención de plataformas sociales.
Credibilidad ganada en base a resultados, no en base a discursos.
Mamita… ¡Cuánto le cuesta entender esto a sectores como la academia y el periodismo tradicional!
Y el pintarse a sí mismos como los buenos y a los otros como “los malos” que quieren perpetuar el hambre en el mundo ya no sirve. Porque esa línea de pensamiento perdió toda credibilidad.
Un Nuevo Tipo de Hombre Fuerte
Esta era también marca el nacimiento de un nuevo tipo de “hombre fuerte” en Occidente, esto es, líderes que combinan poder económico y político en un solo punto, lo que otorga a su palabra empeñada un peso real.
La diferencia con los oligarcas rusos, es que los “oligarcas” occidentales no la hicieron gracias a contratos entregados a dedo, sino gracias a su genuina capacidad de innovación.
El mundo actual exige que el presidente de Estados Unidos pueda sentarse con líderes como Vladimir Putin o Xi Jinping, respaldado por el poder económico de su país, algo que no se veía en los años recientes.
Es una era en la que se terminan las bobadas y las posturas simbólicas sin sustancia. De hecho, estoy convencido que la victoria de Trump es producto del grito de liberación de todas estas tonterías que mucha gente tenía ahogado en la garganta.
Y si bien la elección tuvo lugar en Estados Undios, es el mundo entero el que está gritando basta.
Prosperidad sí, estupideces no.
Ahora, los resultados importan más que nunca, y la capacidad de ejecutar se convierte en el nuevo estándar de legitimidad.
Reconociendo Nuevas Realidades
Para que una visión democrática funcione a nivel global, debe ser aceptada por los pares económicos y militares. Si tú te apegas a las reglas, pero tus competidores no lo hacen, y no tienes cómo obligarlos a cumplirlas, te pasarán por encima.
Mientras en Occidente se debaten interminablemente las políticas, los proyectos quedan paralizados durante décadas. Por el contrario, China avanza a paso firme: mejora la calidad de vida de su gente, refuerza su capacidad manufacturera y desarrolla tecnologías de punta. Occidente, atrapado en la inacción, se hunde en una decadencia y necesita desesperadamente nuevas fórmulas para cambiar la pisada.
El Departamento de Eficiencia Gubernamental
En este contexto, el Departamento de Eficiencia Gubernamental se perfila como una solución crucial.
He trabajado para gobiernos de todo el mundo —Canadá, China, organizaciones internacionales— y he visto cómo tareas que podrían ser realizadas por una persona terminan involucrando a diez o veinte. Esto no puede seguir así, no por animosidad hacia esas personas, sino porque objetivamente no está bien.
Como dijo Elon Musk: "No tengo nada contra las personas que son parte de la burocracia, pero dejen que mejoremos las cosas. Incluso si esto implica mantener a algunas personas cobrando sin hacer nada durante un tiempo, lo importante es liberar espacio para implementar mejoras estructurales de fondo".
El problema central es que muchos han hecho de la ineficiencia su modus vivendi, perpetuando estructuras donde nadie asume responsabilidades. Este fenómeno genera, además dinámicas destructivas que son parientes directos del "cuando todo es de todos, nada es de nadie."
Si el piso está sucio, en lugar de limpiarlo, es más fácil decir: "Esa no es mi tarea, que lo haga otro." Así, la mugre se acumula y el sistema se degrada.
La Omnipresencia de las Grandes Tecnológicas
Mientras tanto, las grandes empresas de tecnología demuestran que los problemas pueden resolverse con eficiencia. Empresas como Microsoft, OpenAI y Google han creado soluciones a problemas sociales y tecnológicos con una eficacia que los gobiernos no han podido igualar.
La diferencia es clara. Por poner un ejemplo simple, crear una cuenta de correo electrónico en Google es una experiencia fluida e intuitiva, mientras que realizar un trámite en un portal gubernamental suele ser un dolor de cabeza.
Esto refleja una verdad incómoda: los gobiernos están atrapados en sistemas arcaicos mientras el sector privado avanza con agilidad.
Un Futuro Más Eficiente
El Departamento de Eficiencia Gubernamental podría marcar un antes y un después al rediseñar procesos, eliminar redundancias y poner al ciudadano en el centro, pero no desde el blá blá, sino haciéndole la vida más simple. No se trata solo de ahorrar costos, sino de transformar la manera en que los gobiernos interactúan con las personas.
Mañana Donald Trump asume nuevamente la Presidencia de los Estados Unidos y, ANTES DE ASUMIR, YA SE COMUNICÓ CON XI JINPING PARA REENCAUZAR LAS RELACIONES CHINA - ESTADOS UNIDOS.
Por el bien de la humanidad, es hora de que estos dos países comiencen a comportarse como adultos, se concentren en generar prosperidad económica para sus pueblos, y archiven el espíritu guerrerista.
La única guerra para la que deberíamos prepararnos como especia, es la guerra contra los extraterrestres (¡creas en ellos o no!).
Comienza una nueva era. Lo que no cambia es que China Notes te acompaña.
Gracias y xiexie por leer.
-Nicolás